Paseantes para la pesca en primavera

No hay nada más espectacular que una picada en superficie a un paseante.

Nuestro amigo Juan nos relata su primera experiencia con el Espetrón de Luzrenzo, un paseante de 20 cm diseñado no solo para anjovas, palometones o pelágicos, si no también para lubinas y otras especies que jamás pensábamos que picarían a un paseante de semejante talla.

"En una salida en busca de anjovas se va acercando la puesta de sol, momento clave en el cual los depredadores salen en busca de la debilidad de sus presas.
Equipado con la Tailwalk Salty Shape Dash Offshore Casting 73ML, una caña en principio diseñada para pesca desde embarcación pero que ha cumplido con creces tanto en lance como en manejabilidad desde costa, me introduzco en el pesquero una hora antes del anochecer. El señuelo elegido para ser propulsado por mi equipo es sin duda el Espetrón el cual puede manejarse tanto con un walking the dog lento como con una recogida más rápida imitando a un espetón juvenil el cual huye despavorido al percibir la presencia de cualquier depredador que merodea por la zona.
   
Comienzo la jornada con lances largos detrás de las olas recogiendo rápidamente el señuelo para ir aflojando en velocidad conforme se acerca a la rompiente y al corte que hay unos metros delante de mis pies, justo en el segundo lance veo arrancar tras el spetron una silueta plateada que se dirige con decisión a embocarlo y con temple sigo manejando la muestra hasta que el depredador ataca sin miramientos a su víctima que huía sin mirar atrás, clavo con firmeza pues las anjovas tienen una boca dura en la cual debo afianzar mis anzuelos, una vez clavado el pez surge en mi la duda pues el tamaño del atacante no hace honor a la lucha ni siquiera veo un salto típico del pez que ando buscando. 
Conforme evoluciona una pelea más corta de lo normal puedo diferenciar en la espuma a escasos metros de mí una joya de nuestros mares!! Un pez que jamás hubiera imaginado capturar en este lugar donde dominan claramente las agresivas anjovas, de ahí la sensación de emoción y asombro. 
La reina de la espuma, doña labrax ni corta ni perezosa es la que en esta ocasión ha acometido contra el espetrón el cual consigue el fin para el cuál está diseñado sacar peces resabiados y grandes depredadores, mis piernas tiemblan ante tal imagen y con maña consigo hacerme con una lubina que posa para la foto, una captura inolvidable en el segundo lance, una captura que quedó en mi retina y en la de mi compañero para la posteridad.
Sin duda un lance que deseo a todos los pescadores que viven este deporte con tanta pasión y respeto como lo vivimos todos los amigos de El Pez Rosa.
 
Una historia que merece la pena vivir!!"
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